martes, 20 de agosto de 2013

¡JUSTICIA PARA WINCHO SEÑOR MINISTRO DE INTERIOR!


Por: Miguel Godos Curay

Manuel Andrés  Apolimar Gonzáles Winchonlong (20) Es un aplicado estudiante del IX Ciclo de Ingeniería Química de la Universidad Nacional de Piura. El pasado lunes sus compañeros de estudios lo esperaban para una exposición de fin de curso pero no llegó.  Winchonlong, no llegó y todos se preocuparon. ¿Qué le paso a Wincho? Wincho es el primero en todo. Es un estudiante puntual con calificativos por encima del 16 en los cursos de ciencias. Es además miembro del Consejo de su Facultad y pertenece al quinto superior de la Escuela Profesional de Ingeniería Química. Uno de sus proyectos de investigación en la especialidad  ya fue aprobado y esperaba realizar sus prácticas profesionales en la EPS Grau.

Mientras eso sucedía, a las 4.36 de la tarde en la urbanización Miraflores efectivos policiales se enfrentaban a una presunta banda de asaltantes que según la policía reglaba a una pareja de huéspedes que había retirado 20 mil nuevos soles del banco. Producto de la escaramuza resultó herido un joven que circunstancialmente se desplazaba por el lugar en donde queda su pensión. La policía y el propio Coronel PNP Vargas Hugo sostienen que se trataba de un delincuente armado el que intentó huir en una motocicleta.

Horas después en la sede de la  Deincri el Coronel Víctor Vargas Hugo daba cuenta de lo que consideraba “una muestra del trabajo articulado de todas nuestras unidades y de la rápida reacción ante una eventualidad como la presentada”. Vargas Hugo, Jefe de la Primera Dirección Territorial sostuvo que producto de las primeras investigaciones, en un operativo policial había un herido de bala identificado como Andrés Gonzáles Winchonlong. Según la versión policial, era quien tenía en su poder un revólver calibre 38 Rossi con cinco cartuchos, dos de los cuales fueron percutados.

La verdad. Winchonlong no conduce ni bicicleta y en su mochila, la que no aparece aún,  sólo porta libros y sus libretas impecables de apuntes. No se trata de ningún delincuente sino de una víctima circunstancial de un sospechoso operativo policial para capturar primeras planas y sobre el que debe responder el Ministro de Interior y las autoridades policiales responsables.

Ayer le fue extirpado el bazo, él hasta antier un joven sano y con mucho futuro. Hoy se debate  con angustia por su vida. Otro proyectil le perforó el riñón y su estado es sumamente delicado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Cayetano Heredia. ¿A esto podemos llamar eficiencia policial? ¿Así es como la Policía Nacional realiza sus trabajos de inteligencia? Sembrando un arma  en la mochila de un estudiante universitario que bien podría ser mi hijo o su hijo, su hermano o su amigo.

Así como las autoridades policiales voraces de protagonismo aderezan sus acciones negligentes. Hoy deben responder por esa vida arrancada a pedazos, ese dolor profundo hasta las lágrimas que provocan en sus amigos. Esa indignación sin límites en su familia. No quisiéramos sobrecogernos de angustia cada vez que cualquiera de nuestros hijos se vaya a la universidad. Este joven estudiante tratado salvajemente y con brutalidad Dios quiera se sobreponga para que las bestias que le intentaron arrebatar su provenir no pasen piola y con los brazos cruzados pretendan justificar lo injustificable.

Señor Ministro de Interior, señores congresistas de la República exigimos una comisión investigadora que hasta las últimas consecuencias determina la responsabilidad punible de los actores de estos excesos. Hay daños irreversibles que tienen que ser asumidos por los responsables. Los ciudadanos creemos en una Policía Nacional digna, honesta y respetuosa de los derechos elementales. No una jauría de pistoleros ávidos de primeras planas.

No hay comentarios: